A todo hombre le sucede. Sin excepción. De hecho es el motivo principal por el que le tienen algo de envidia a las chicas: ellas, después de un orgasmo, pueden seguir y seguir (lo que las puede conducir al famoso multiorgasmo); pero en el caso de los hombres, no es tan fácil echarse una segunda ronda. No importa qué tanto lo desee, no importa que se siga sintiendo excitado, lo más probable es que su cuerpo simplemente no obedezca y no haya erección. ¿Por qué sucede esto?
Resulta que los hombres, por su naturaleza, necesitan de un período de recuperación después del sexo; a este se le llama periodo refractario masculino y es ese momento de duración variable posterior a la eyaculación, en que el hombre no puede volver a tener una erección. Si bien cada hombre lo experimenta en diferente medida y puede durar distinto para cada uno, todos experimentan el periodo refractario.
Después de la eyaculación, todo tu cuerpo está agotado pues trabajó literalmente a tope, a todo lo que da; entonces, tu sistema nervioso simpático (el que controla la respuesta de lucha o huida cuando nos sentimos en peligro) hace todo lo necesario para que tu cuerpo se calme, lo cual activa la liberación de ciertos neurotransmisores que hacen que el músculo liso del pene se contraiga y, por lo tanto, se ponga flácido.
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Lo que sucede a continuación es una especie de efecto dominó que reduce los niveles de dopamina y testosterona. La dopamina es la hormona de la “felicidad” que se secreta cuando estás excitado y la testosterona es la hormona sexual masculina por excelencia; después de la eyaculación, ambas sustancias bajan su nivel, y entonces la erección es prácticamente imposible durante el período refractario post-eyaculatorio.
Además de lo anterior, el orgasmo aumenta la producción de serotonina y prolactina, lo que también dificulta el segundo round. La prolactina es la hormona más fuertemente asociada con el período refractario: cuanto más altos sean los niveles de prolactina, más tiempo te tomará ponerte en marcha de nuevo. Y ¿qué crees? Según varios estudios, mientras más intenso es un orgasmo masculino, más prolactina liberas.
Según los expertos, depende de varios factores. El más importante es la edad; según Abraham Morgentaler, profesor de urología en la Escuela de Medicina de Harvard, “los adolescentes varones pueden tener un período refractario de unos pocos minutos, a un hombre de 30 años de edad generalmente le durará entre media hora y una hora, y para muchos hombres de 50 años o más, un orgasmo por día puede ser todo lo que pueden lograr “.
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Pero aunque hay factores que tú no puedes controlar (como la liberación de ciertas hormonas o tu edad), sí hay otros factores más de tipo psicológico en los que sí puedes intervenir, por ejemplo: el nivel de deseo, la forma en que se estimulen mutuamente, la calidad y el estado emocional de su relación, si tomaste alcohol o no e incluso si estás tomando ciertos medicamentos.
Pero lo más importante es que recuerdes que es algo completamente normal y no tienes por qué sentirte avergonzado por ello; de hecho, la clave es que mientras más relajado estés, más rápido pasará el periodo refractario.
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