¿Qué soy? ¿Bisexual o bicuriosa?

12 julio, 2017 4 mins de lectura
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Cuando se trata de definir nuestra orientación sexual, cada vez se pone más complicada la cosa; al mismo tiempo que nos vamos volviendo más tolerantes y abiertos como sociedad, una avalancha de términos se nos presenta para intentar definirnos o etiquetarnos como parte de un grupo: ¿hetroflexible, homoflexible, pansexual, intersexual, bisexual? Son tantos los conceptos que de pronto ya no sabemos ni en dónde cabemos y en dónde no.

Hoy hablaremos en particular de las personas que se identifican primordialmente con una orientación sexual (homo o hetero), pero que de tanto en tanto se sienten atraídas por otro género que no es el habitual en sus relaciones. Esto puede ocurrirnos a todos: un hombre gay que eventualmente quiera experimentar con una chica, una mujer lesbiana que de pronto se sienta atraída por un hombre o una mujer hetero que quiera “curiosear” con otra mujer.

Por supuesto, también ocurre con hombres hetero, sin embargo, pocos lo confiesan. La fuerte presencia del machismo en nuestra sociedad impide que un hombre acepte que se le antoja experimentar con otro hombre sin que los demás – o él mismo – lo tachen de gay. En cambio, dos mujeres no sólo no serán juzgadas tan duramente, sino que hasta alimentarán las fantasías de muchos. Lo sabemos, es sexista, pero es real. 

Pero volviendo al tema, te preguntamos: ¿alguna vez te has sentido atraída por otra mujer? ¿Alguna vez has tenido curiosidad por experimentar relaciones íntimas con otra chica? No te sientas rara, a muchas mujeres les ha pasado, aun cuando toda la vida se habían considerado heterosexuales; esta atracción física lleva a muchas chicas a preguntarse “Entonces, ¿qué soy? ¿Seré bisexual o sólo estoy fantaseando?”

Pues bien, para responderte a ti misma, te dejamos un pequeño quiz, sólo responde “SÍ” si te identificas con la afirmación y “NO” si no estás de acuerdo o no te identificas con ella.

1. Todas tus relaciones formales han sido con hombres, pero hay mujeres que te parecen muy sexys y te atraen físicamente.

2. Has tenido relaciones con chicas o te has besado con ellas, pero nunca te has enamorado de una.

3. Te gusta el porno lésbico y/o te excita el cuerpo de una mujer, pero nunca has tenido un noviazgo con una.

4. Has fantaseado sexualmente con otra mujer o con un trío que incluya a una mujer.

5. Te excitan las mujeres pero no te ves formando una familia con una chica.

Los resultados son aparentemente sencillos: si te identificaste con 3 o más de las afirmaciones anteriores, formalmente podríamos decir que eres bi-curiosa o heteroflexible. Si dijiste “No” a 3 o más, probablemente seas bisexual o lesbiana. 

Ahora bien, una última reflexión. ¿Por qué necesitamos forzosamente ponernos la etiqueta? Por supuesto, hay un factor social y cultural: tenemos la necesidad de pertenecer a un grupo y, además, la sociedad nos exige definirnos a nosotros mismos. Pero quizá también hay una parte de nosotras que sigue creyendo que la orientación sexual es como una casa con muchas habitaciones y que para entrar a un cuarto tienes que salirte del otro porque simplemente no puedes estar en dos habitaciones al mismo tiempo.

¡No! La orientación sexual no se rige por las leyes de la física, ¡sí puedes estar en dos habitaciones – o tres, o cuatro – al mismo tiempo! Si a ti te funciona definirte como bi-curiosa, adelante; pero si más bien te conflictúa decidir en qué “habitación” estás, entonces ¡olvídate de las clasificaciones y vive tu sexualidad como quieras y con quien quieras! Siempre y cuando seas responsable y cuides de ti y del otro, ¿qué importa el título o la etiqueta?

¡Atrévete y Hazte Kinky!

Y si quieres ideas para experimentar con otra chica, aquí te dejamos esto: Las 6 mejores posiciones del Kamasutra lésbico