Sexo con embarazadas: consejos Kinky

Muchos hombres tienen muchas dudas respecto a la vida sexual que puede llevar su mujer mientras está embarazada: están desde los que creen que “van a lastimar al bebé”, hasta los que creen que van a lastimar a su mujer, pasando por los que quieren seguir teniendo sexo pero no saben cómo cuidar el embarazo. Así que hoy te damos algunos consejos para que tu vida sexual siga siendo maravillosa durante esos 9 meses. 

Primero que nada, olvídate del pretexto anticuado de “ir a lastimar al bebé”: no te preocupes, el bebé está bien protegido y encerrado en el saco amniótico, por lo que, a menos que tuvieras un pene de 50 centímetros, no puedes lastimarlo. Luego, recuerda la regla de oro para el sexo durante el embarazo: siempre y cuando el embarazo transcurra sin problemas y no sea de riesgo, no hay problema para llevar una vida sexual activa.

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1. Ojo con el primer trimestre

El primer trimestre puede ser el más complicado (aunque pienses que no, porque aún no hay panza), esto porque suele ser justo el periodo en que la mayoría de las mujeres experimentan un montón de síntomas desagradables como náuseas, vómitos, fatiga extrema, gases, acidez estomacal, etc. Consiéntela tiernamente en vez de insistir en el sexo; ponte en su lugar y entenderás que quizá durante estos meses ella no esté muy “prendida” que digamos. 

2. Concéntrate en el segundo trimestre

En contraste, el segundo trimestre suele ser, según estadísticas (aunque recuerda que cada mujer es distinta), el mejor periodo en términos de erotismo. ¿Por qué? Por un lado, las hormonas empiezan a volverse loquitas y puede haber un gran aumento en la libido; por otro lado también hay un aumento del flujo sanguíneo hacia la zona de la pelvis, lo cual puede resultar en sensaciones cada vez más satisfactorias (¡más sangre hacia el clítoris, imagínate!).

3. Deja de lado un poco la penetración

Si por alguna razón médica, su doctor les recomienda no tener relaciones sexuales; o si la pancita ya es muy grande y se les hace incómodo, es excelente momento para que recuerdes que la penetración no lo es todo y tu pene no es la única herramienta para darle placer: realmente es el momento ideal para que la masturbes, le des masajes eróticos, la acaricies y la erotices sin necesidad de que la penetres. 

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4. Refuerza su autoestima constantemente

Recuerda que, a diferencia de ti, ella está viviendo cambios físicos muy evidentes y muy radicales: literalmente su cuerpo está cambiando y es muy probable que esos cambios la hagan sentir insegura y no muy deseable o sexy. Así que parte de tu chamba será tranquilizarla y llenarla de cumplidos honestos para que se sienta deseada: dile que es sexy, remárcale lo que más te gusta de ella físicamente y recuérdale que te excita. 

5. Déjate guiar por ella

A partir de que la pancita ya empieza a ser más grande, hay posiciones que pueden llegar a ser incómodas para ella y nadie más que ella sabe cómo le gusta y si algo le duele o no; ten en cuenta que lo que es cómodo un día puede no serlo al día siguiente porque el bebé siempre está en movimiento. Así que suelta las riendas y dáselas a ella: deja que te guíe, que ella proponga la posición, lleve el ritmo y controle la fuerza a su gusto.

¡Hazte Kinky!

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