Para los médicos taoístas, el coito se considera una parte del orden natural de las cosas. El sexo no debe sólo saborearse y disfrutarse, también debe ser considerado saludable y preservador de la vida. Además afirman que la armonía sexual nos pone en contacto con las fuerzas infinitas de la naturaleza. En otras palabras el Tao nos da el mapa de un camino entre el cielo y la tierra, lo que llevado al territorio del sexo, puede ayudarte a conseguir sesiones de placer infinito.
Los puntos más importantes en los que el Tao del Sexo y del amor difieren de la sexualidad occidental son la regulación de la eyaculación, la satisfacción plena de la mujer y del hombre. El Tao indica que el objetivo del sexo es la salud mental y física de la pareja aumentando el placer mediante el erotismo,dándole gran importancia al intercambio de caricias previo a la penetración. Pero no sólo se trata de caricias mutuas, sino en la elevación y exploración de todos los sentidos: tocar, oír, oler y saborear a tu ser amado. Con esta práctica se pueden alcanzar altos niveles de placer para ti y tu pareja.
Ahora que ya sabes la teoría, es momento de ponerlo en práctica, estas son nuestras recomendaciones para que consigan una sesión de placer inolvidable. Toma nota.
Piensa en el encuentro como una ceremonia, como tal debes hacer que el lugar tenga las condiciones necesarias, puedes usar incienso o esencias relajantes para perfumar el ambiente. También asegúrate de que la habitación o el lugar donde tendrán sexo esté limpio, ordenado y sea cómodo.
Debes trabajar en la aceptación de tu figura y las pequeñas imperfecciones que pueda tener. Ámalo, de esta manera estarás preparándote para dar y recibir placer.
Desnudos, la mujer deberá comenzar a recorrer el cuerpo de su pareja con las manos, pasando lentamente por las zonas erógenas, la parte interna de los muslos, lóbulos, brazos y dejar el pene hasta el final.
Es el turno de él, deberá comenzar por las manos, labios y pies. Luego lentamente acariciar la espalda, cabeza, cadera y los muslos, continuando con las orejas y el cuello. Para el final, los pezones y el clítoris.
Tip: entre sesiones de caricias asegúrense de inhalar y exhalar profundo y siempre por la nariz. Llenen primero el diafragma de aire y luego el vientre, esto prolongará el placer.
Deberán estar excitados hasta lograr que la humedad de la zona erógena de ambos llegue a su máxima abundancia. Al lograr esa sensación yin, llega el tiempo de la intervención del yang con la penetración del hombre a la mujer, hasta que consigan el máximo placer para los dos.
Una vez que ambos hayan alcanzado el orgasmo, deberán permanecer recostados en la cama, disfrutar de la calma y hacerse conscientes de su respiración. Si lo desean pueden repetir el acto.
El Tao del sexo necesita mucha práctica para que ambos vayan perfeccionando su técnica, así que disfrútenlo sin inhibiciones, no hay límite.
¡A practicar!