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Si te gustan las películas de terror, entonces la descripción de este síndrome seguro te parecerá fascinante: imagina una escena en que una pareja hetero está teniendo relaciones sexuales y, de pronto, la vagina se contrae tan fuertemente que aprisiona al miembro masculino y el hombre no puede retirar su pene. Suena a una película chafa que bien podría llamarse “La vagina asesina” o algo así, ¿cierto?
Ahora que si no te gusta el terror, puedes imaginártelo de forma cómica, como los perros o los gatos que de pronto se quedan “pegados” y no se pueden separar inmediatamente después del coito. Bueno, pues esto es a lo que se le llama “síndrome del pene cautivo”; sabemos que suena rarísimo y solo digno de la ficción, así que hoy te diremos si esto puede realmente ocurrir o solo son mitos urbanos que alimentan nuestras fantasías frikis.
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¿Qué dicen los expertos?
Los médicos actuales coinciden en un 99% en considerar esto un simple mito, ya que al parecer no existe una cantidad suficiente de testimonios -o de informes cuya veracidad pueda ser comprobada- como para considerarla una condición real. Los especialistas afirman que ningún tipo de espasmo vaginal puede ser tan fuerte ni tan duradero como para que un pene quede realmente atrapado.
Otros especialistas menos ortodoxos, se abren a contemplar la posibilidad de que, en otras época hayan podido confundir el vaginismo con este síndrome. El vaginismo se trata de una condición médica real en la cual el coito es difícil y doloroso (y a veces la penetración de plano es imposible) debido a la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico; quizá algunos casos de vaginismo se hayan exagerado y mitificado, dando como resultado el más impresionante “síndrome del pene cautivo”.
¿Hay realmente testimonios del síndrome?
La realidad es que, a lo largo de la historia, solo hay unos cinco casos registrados de un posible síndrome del pene cautivo; sin embargo, muchos médicos e historiadores dudan de su veracidad y no les otorgan más que la categoría de rumores, chismarajos y mentiras que perseguían la popularidad de quien los inventaba. No obstante, resulta interesante y divertido revisar algunos de estos “testimonios”.
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Por ejemplo, un ginecólogo alemán del siglo XIX apellidado Scanzoni publicó un artículo en el cual relataba el caso de una pareja joven que se acababa de casar y que tuvieron que dejar de tener relaciones por un tiempo porque en varias ocasiones, las intensas contracciones de la mujer le habían impedido a él sacar el pene de la vagina por un periodo de aproximadamente diez minutos.
El caso más reciente que se dio a conocer ocurrió en el 2016 en Kenia. Se informó que una pareja tenía relaciones sexuales y, de pronto, “quedaron atrapados pidiendo ayuda”. Sin embargo, el final de la historia hizo dudar nuevamente a los médicos: la cosa acababa en que un hechicero, a través de un extraño ritual, había logrado separarlos. Así que, como verás todo indica que se trata más bien de un mito, pero de cualquier forma, te deseamos que nunca te ocurra 😉
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