En los últimos tiempos se ha puesto muy de moda -sobre todo debido a influencers y redes sociales- el uso del Huevo Yoni. Fluctuando entre terapia sexual, terapia espiritual y moda “woke”, la realidad de su eficacia es difícil de asegurar, puesto que si buscas en Internet encontrarás de todo, desde quienes preconizan su uso como la cura a todos los males de la sexualidad femenina, hasta quienes lo desaconsejan por riesgos a la salud.
Así que, justo por este mar de información que de pronto te puede confundir, hoy trataremos de reunir, en un solo lugar, la información más importante que debes conocer antes de animarte a usar un Huevo Yoni. A manera de “disclaimer”, siempre hablaremos de “supuestos” beneficios, no porque desestimemos a priori el Huevo Yoni, sino porque se trata de información NO comprobada médicamente hablando y, por lo tanto, creemos que es importante no manejarlo como hechos constatados.
Te recomendamos leer: Quiérete y cuídate: básicos de salud femenina
Se trata básicamente de una piedra pulida en forma de huevo, creada para ser insertada en la vagina (yoni es la palabra en sánscrito para matriz, vagina o centro). Se cree que estos huevos son de origen chino y eran utilizados por las concubinas del emperador para mantener su juventud, destreza sexual y vitalidad. Suelen hacerse en distintos materiales: jade, cuarzo, obsidiana, amatista, etc.; y cada quien elige el material cuyas propiedades energéticas coincidan con su objetivo personal.
Algunos Huevos Yoni vienen con un hilito para que sea más fácil sacarlo, aunque esto en realidad no es necesario. Vienen en diferentes tamaños, pues se aconseja que empieces de a poco: iniciar con un huevo más grande para ir acostumbrando a tus músculos pubocoxígeos a sostenerlo y, progresivamente, avanzar hacia un huevo más pequeño a medida que tus músculos se tensan y son capaces de reaccionar con estímulos más sutiles.
Un programa constante de ejercicios con Huevos Yoni se jacta de tener muchos beneficios. Los principales resultan de que el trabajo muscular que implica sostener el huevo dentro de ti es equivalente (o incluso más fuerte) al de los ejercicios habituales de Kegel, por lo que puedes fortalecer los músculos pubocoxígeos y, en consecuencia, disminuir la incontinencia, mejorar el tono muscular después de un parto y aumentar la capacidad de tener mejores orgasmos.
Hay quienes dicen que los mismos beneficios arriba mencionados también se pueden obtener con las bolas chinas, y es verdad, así que aquí es donde entran los presuntos beneficios energéticos-espirituales. Según algunos sitios, usar constantemente el Huevo Yoni estimula puntos de reflexología, puede ayudar a liberar energías almacenadas, a que superes experiencias traumáticas, a cultivar una mejor relación con tu cuerpo y a despertar energía creativa, pasión y libido. (Vaya, que sería la panacea).
Te podría interesar Ejercicios de Kegel: lo que debes saber para aumentar el placer
La doctora y sexóloga Elna Rudolph afirma que, si bien no se puede comprobar ninguno de los efectos más “esotéricos” del Huevo Yoni, por el lado de los beneficios físicos efectivamente podría ayudar a fortalecer los músculos pubocoxígeos y, en consecuencia, traer diversos beneficios. Sin embargo, la ginecóloga Jen Gunter disiente y asegura que lo que se necesita para fortalecer un músculo es contraerlo y relajarlo sucesivamente (como en el gimnasio), no dejarlo contraído por horas como ocurre con el Huevo Yoni.
Además, la doctora Gunter advierte que esta práctica puede dar pie a distintas infecciones ya que las piedras son porosas por naturaleza; entonces, distintas bacterias podrían alojarse en los poros del Huevo Yoni (entre ellas, la que causa el síndrome de shock tóxico) y luego reintroducirse en la vagina cuando te lo vuelves a poner. Por esto, te recomendamos que, si te vas a animar a usarlo, se lo hagas saber a tu ginecóloga(o) para que te dé el seguimiento necesario.
¡Hazte Kinky!
Te recomendamos El orgasmo femenino: todo un universo por explorar