La consulta con el urólogo no debe hacerse sólo después de los 45 años, hay muchas razones para checar que todo esté perfecto por allá abajo y una muy importante es que puedas seguir disfrutando sin limitaciones de tu vida sexual, pero ¿qué te hará? Tranquilo, te explico.
Una vez frente al urólogo, platicarán sobre tus antecedentes urinarios, las características de tu micción -si hay dolor o dificultad- y obvio, la causa por la cual lo consultas.
Explorará visual y manualmente tu pene y testículos (usando guantes de látex): el color de la piel, si hay abultamientos, lesiones o anomalías; las condiciones y capacidad de retracción de tu prepucio (si no eres circunciso) y las ingles.
Tocará y sopesará los testículos, también levantará el pene (relájate, en promedio un urólogo ve de 15 a 20 genitales diarios).
Actualmente es el único y mejor método, tanto visual como táctil, para determinar el estado del ano y la próstata (¡Sorry!).
En el área externa, el médico observará que no haya colgajos, hemorroides, fístulas o fisuras en el ano, las cuales pueden ser ocasionadas incluso por rascarte.
Posteriormente introducirá un dedo muy lubricado (enguantado, claro) para palpar el estado del recto y si no hay tumores en el colon. Después explorará tu próstata, identificará su temperatura, volumen, textura y superficie.
No te predispongas al proceso médico, es menos molesto de lo que imaginas y esos tres minutos pueden salvarte de muchos problemas posteriores o evitarte la tumba antes de tiempo.
Ya con el pantalón puesto, te comentará si hay algo que atender o si puedes irte a casa agradecido contigo por quererte.
Tú puedes advertir los tres tipos de cáncer más comunes:
Inevitablemente a todos los hombres les crece esta glándula -es efecto de la testosterona y la edad- no obstante el crecimiento podría ser benigno o desencadenar cáncer.
El cáncer no avisa, no duele. No dejes pasar ningún signo y pregunta tu historial familiar; si tu padre, abuelo, tíos en línea directa o primos han padecido problemas de próstata o cáncer, hazte checar antes de los 40, tengas molestias o no.
La edad promedio de este proceso comienza a los 40, pero acude con tu urólogo si antes o después observas alguno de estos signos:
Tener un prepucio no retráctil puede fomentar balanopostitis o fimosis. Si no consultas a un urólogo esto podría generarte constantes infecciones, inflamaciones y molestias que por lo regular terminan en cáncer.
Si no puedes “desencapuchar” tu glande, duele al tratar de deslizarlo o bien cuando se erecta o tienes relaciones, acude con el médico especializado y él determinará si debes o no circuncidarte.
Una plastía es más simple de lo que crees. En dos o tres semanas habrás cicatrizado y desde el segundo día puedes hacer tu vida, claro, con cuidados y sin sexo, a menos que seas fakhir.
El virus de papiloma humano cada vez es más frecuente en hombres que han tenido relaciones de riesgo. Puede no provocar lesiones –sólo hacerte portador-, pero si te decides muy tarde a una visita médica, el virus podría estar muy avanzado y provocar cáncer en tu hermoso miembro.
No olvides mencionar al doctor si has hecho el ‘paso de la muerte’, o sea, si no has usado condón.
Realízate el auto examen, puedes tener la seguridad de que te gustará: cuando estés tendido viendo tele y pálpalos con cuidado. Mientras más monitoreados los tengas, será más factible detectar si surge alguna bolita, cambio en el color, alguna venita notoria o si los conductos están inflamados (se sienten como estambres).
Créeme, saldrás tranquilo sabiendo que todo sigue listo para la contienda.